CAPÍTULO 2 - La PeQuEÑa HisToRia de la CaSa AMArilla
9 años recién cumplidos, 9 deseos naciendo en mí, 9 galletas de chocolate, 9 de la mañana, 9 grados bajo cero, 9 minutos tarde otra vez, un 9 del revés al final de un 2006 cargado de sorpresas, 9 líneas blancas en el paso de cebra y, para colmo, me tropiezo con un reloj parado a las 09:00.
En definitiva, un día de locas.
Una niña traviesa coge aire detrás de una puerta de color amarillo. Se prepara para su obra magistral… Entra con una sonrisa de oreja a oreja, como si no pasara nada, como si hubiera llegado a la hora.
Egun on!
Nada más acabar la frase mira el reloj y se hace la sorprendida:
¿Ha pasado algo?
Ilargi, ilargi… No empieces con tu “Teatro Mágico” que nos conocemos y siéntate en tu sitio.
Pone cara de sorprendida, se acerca a la profesora y le enseña el reloj…
En mi mundo son las 09:00...
Le lanza una mirada juguetona a su maestra y, ésta, sin saber qué hacer, le sonríe dulcemente… En realidad sus travesuras le alegran el día, travesuras ingeniosas siempre coloreadas con amor del bueno.
La “sorgintxo” le devuelve la sonrisa y camina en silencio hacia su silla sin parar de observar su nuevo y misterioso reloj… ¿Qué es el número 9?
El 9…
El 9 es…
El signo del genio artístico...
La semilla de la que nacemos todxs… El principio del fin.
El sentido que exalta la experiencia vital… Vista, olfato, gusto, oído, tacto…
La bolsa de una nómada que sueña con la inmensidad…
Cada nota musical que conforma la melodía de la vida…
Cada una de las antenas de una mariposa que nace de la metAMORfosis…
Las gafas con las que miramos el mundo…
Un globo que quiere atreverse a volar por sí solo…
La espiral infinita que se materializa en el sistema solar...
Los dos lados de un mismo corazón...
La vocal que saca a la luz el brillo del “sol” que todo lo une y la importancia del imperativo del verbo “dar” que provienen de la palabra “soledad”...
La llave que abre “las jaulas invisibles que nos separan a unxs de otrxs”...
“Cada uno de los hilos que nos mueven al tiempo que nos atan”...
Alguien, en algún lugar, en aquel mismo instante, tiene la valentía de agarrar con fuerza esos hilos y tirar de ellos… De pronto, el pensamiento se disfraza de realidad, con la sensación de que alguien ha tirado de su corazón hacia delante se sujeta a la mesa y respira. Respira 9 veces. Lo que aún no sabe es que el 9 es el número de años que le quedan para encontrarse con la persona que ha tirado del hilo de su corazón.
9 deseos naciendo en mí… 9 deseos impulsados por alas coloridas saliendo de la crisálida en dirección a la casa amar y ya…
( Ilargi Zabaleta - 7 de marzo de 2021 )
